Esta vez fue a Perú, concretamente estuvimos en Huaraz, fue espectacular, estuvimos con los lustrabotas (niños de la calle), en los pueblos de la montaña, compartiendo con ellos en las escuelas, con los niños del horfanato, con las mujeres en su fábrica de telares y también vimos como los niños de la calle se rehabilitaban fabricando pasteles y vendiéndolos en el café Turmanyé.
La Alianza Evangelica realiza una labor extraordinaria allí junto a la Asociación Arco Iris y ahora nosotros tambien vamos a ser parte de los proyectos de Perú, donde queremos aportar tambien nuestro granito de ayuda
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